En ocasiones, cuando pensamos en el concepto mochila se nos suelen venir a la mente imágenes recurrentes de las mochilas de marcas de skaters que solíamos utilizar en el instituto. Nos parece algo de adolescente y que siendo adultos no utilizaremos. Sin embargo, esto no siempre es así, ya que conforme maduramos nos damos cuenta de que en muchos casos una mochila nos resulta más práctica y cómoda que un bolso.
¿En qué ocasiones nos es más útil una mochila?
Normalmente se suele decir que las mochilas son más prácticas cuantas más cosas lleves, pero esto no siempre es así porque podemos hacer uso de un bolso grande estilo shopper o tote bag. Dichos bolsos ofrecen una gran cantidad de espacio para almacenar tantas cosas como podamos imaginar. Sin embargo, la única desventaja que tienen es lo mucho que limitan nuestros movimientos. Es por esta cuestión por lo que una mochila es más ventajosa a veces.
En aquellas ocasiones en las que pasamos un día de excursión o cuando vamos de viaje la mochila se constituye como nuestra mejor aliada. En estos planes nos conviene tener total libertad de movimiento, así como cargar el peso en ambos hombros para no lastimarnos la espalda. Tened en cuenta que son ocasiones en las que se pasan muchas horas de pie, por lo que llevar un gran bolso a un hombro puede resultarnos pesado.
¿Qué tipo de mochila escoger?
El material dependerá, en gran parte, de la ocasión a la que será destinada. El nylon es un material resistente y bastante impermeable, por lo que para excursiones, como rutas de senderismo o paseos, nos vendrá como anillo al dedo. Su resistencia hará que apenas sufra deterioro, ya que una mochila de otro tejido o de cuero sintético correrá el riesgo de mojarse o arañarse fácilmente.
Por el contrario, si queremos ir más elegantes y darle un toque más parisino a nuestro outfit, optaremos por una de estructura más fija y de cuero sintético. Este tipo de mochilas nos proporcionarán la misma elegancia que un bolso de ese material, pero la comodidad de una mochila al darnos plena libertad de movimiento.
Bolsomochila: el híbrido
En el caso de que queramos invertir en un accesorio que nos sirve de ambas formas, es decir, tanto como un bolso como para una excursión en forma de mochila, encontramos el Bolsomochila. Esta prenda se puede llevar de ambas formas, por si preferimos comprar un único accesorio en vez de dos. De esta forma podrás utilizarlo como mochila únicamente en aquellas ocasiones en las que sea más funcional, mientras que podrás mantener la elegancia del bolso para ir más arreglada.
Debido a estos casos, invertir en una mochila de calidad se convierte en una buena idea. En numerosas ocasiones nos salvará de un dolor de hombro o de pasar un día incómodos por haber tenido que cargar con un bolso lleno de enseres durante todo el día.
